Como cada 11M, mi primer pensamiento cuando suena el despertador es para las víctimas de aquel fatídico día, para los hombres, mujeres, chicos y chicas que ese día dijeron adiós al futuro.
Ese 11 de marzo de 2004, a la hora del atentado, yo estaba tomando un café al lado de mi oficina; recuerdo de ese día hasta la ropa que llevaba puesta, cómo llevaba el pelo, lo que desayuné... Mientras que, para mí, 2004 se presentaba como un año muy feliz, estaba embarazada de mi segundo hijo, para decenas de familias fue el último día feliz que vivirían en mucho tiempo, quizá nunca más lo hayan sido.
Hoy, como cada 11 de marzo desde entonces, dedico también un pensamiento de amor a una de mis mejores amigas, que ese día estuvo ayudando en Madrid, que vivió todo aquéllo.
Hoy, como cada 11 de marzo, no tengo palabras de consuelo para las familias, para las víctimas, para los que vivieron la masacre... Hoy, como cada 11 de marzo, sólo puedo rezar por todos ellos, por esos angelitos que , de forma prematura, dejaron la vida terrenal para ocuparse de velar por la humanidad desde un sitio más seguro, más feliz.
D.E.P.
Bss.
Hoy, como cada 11 de marzo desde entonces, dedico también un pensamiento de amor a una de mis mejores amigas, que ese día estuvo ayudando en Madrid, que vivió todo aquéllo.
Hoy, como cada 11 de marzo, no tengo palabras de consuelo para las familias, para las víctimas, para los que vivieron la masacre... Hoy, como cada 11 de marzo, sólo puedo rezar por todos ellos, por esos angelitos que , de forma prematura, dejaron la vida terrenal para ocuparse de velar por la humanidad desde un sitio más seguro, más feliz.
D.E.P.
Bss.
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